Los moluscos y crustáceos, como mejillones, almejas, berberechos, calamares y otros, son algunos de los mariscos más utilizados en nuestra cocina. Deben examinarse por separado del pescado porque contienen nutrientes distintos, además de ser beneficiosos para la salud humana.
El marisco, al ser un componente de origen animal, ofrece proteínas de alta calidad, ya que contiene todos los aminoácidos necesarios.
Sin embargo, varios de ellos, como la sepia, los mejillones y las gambas, tienen un alto contenido en colesterol.
Todos ellos contienen minerales y vitaminas vitales, a pesar de ser bajos en grasa y tener una alta densidad nutricional, lo que significa que concentran numerosos componentes saludables en su composición.
Entre las vitaminas destaca la vitamina E, antioxidante, y las del complejo B, especialmente el ácido fólico, son cruciales para la dieta de las embarazadas y la prevención de anemias nutricionales. Además, la vitamina A está presente en la mayoría de los mariscos, perfecta ahora para proteger la piel y la visión.
Su composición mineral destaca por tener altos niveles de potasio, sodio, yodo y magnesio. Sin embargo, en algunas especies, como las almejas, los berberechos y los mejillones, la concentración de hierro es especialmente significativa, al igual que el contenido de calcio.
Como resultado, está claro que el marisco tiene un perfil nutricional increíblemente rico.
Beneficios para la salud
La mayoría de los mariscos le aportan varios beneficios en su salud. En otras palabras, encajan bien en los parámetros de una dieta equilibrada e incluso pueden ser bastante beneficiosos para perder peso.
Por su alto contenido en proteínas y su bajo aporte calórico, los mariscos son saciantes y aportan nutrientes esenciales para nuestro organismo. También son los mejores alimentos para los deportistas porque son magros, ricos en proteínas y están repletos de potasio, sal, hierro y otros oligoelementos que favorecen la función nerviosa y muscular.
Los mariscos contienen un mineral perfecto para huesos y dientes, lo que convierte en una gran alternativa para las personas que desean añadir calcio a su dieta sin la ayuda de los productos lácteos. El marisco también es una magnífica opción para tratar o prevenir la anemia nutricional.